Esta especie originaria de la Ámerica subtropical se ha convertido en una especie invasora en muchas regiones cálidas del mundo. Recientemente se ha observado su presencia en la Islas Canarias posiblemente migrada desde norte de África.
Conocida como oruga cogollera del maíz, la Spodoptera frugiperda es una importante especie plaga del maíz y otras hortalizas, pero también es plaga en el cultivo del Cannabis sativa L.
Esta plaga ha atacado tanto cultivos de cáñamo industrial como cultivos de cannabis medicinales y por droga (CBD, CBG, THC) tanto en condiciones de exterior como de invernadero en la isla de Tenerife.
Ciclo biológico y morfología
El ciclo biológico consta de 4 estados fundamentales: huevo, larva, pupa y adulto.
– Los huevos son de color blanco perla, están puestos en el envéz de las hojas, en grupo y protegidos por secreciones y escamas.
– Las larvas son el estado más perjudicial para el cultivo. El color y el tamaño de los individuos en esta fase cambia con los diferentes estadios que tienen las larvas.
Las larvas son inicialmente claras, con el avance de los días van cambiando a colores pardos con manchas oscuras y espinas. Tienen 3 rayas pálidas longitudinales. En la parte frontal de la cabeza se distingue una marca en forma de “Y” invertida blanca que determinante en la especie. Esta marca no es visible en los estadios tempranos, mientras crece la marca se hace visible. Las larva pasan por 6-7 estadios antes realizar la pupa, el tiempo de desarrollo larvario tiene una duración de 14-20 días.
– La pupa es de color café rojizo y tienen una longitud de 2 centímetros aproximadamente. La oruga se deja caer al suelo y realiza la fase pre-adulta bajo restos vegetales o tierra hasta 5cm de profundidad. Esta especie permanece en su cámara pupal durante unos 10 días aproximadamente antes de emerger como adulto.
– El adulto es una polilla con una envergadura de 3 cm. Las alas delanteras son grisáceas mientras que las posteriores son blancas.
Desarrollo de las poblaciones
La duración del ciclo biológico varia según la temperatura: a una media de 20 grados el ciclo pueden durará unos 40 días, pero si las temperaturas se incrementan por encima de los 30 grados el ciclo se acorta a la 25 días aproximadamente.
La temperaturas tienen una influencia directa sobre las fases postembrionales del insecto.
Una hembra fecundada puede poner hasta 1500 huevos a lo largo de su vida; las ovoposiciones son muy numerosas, con puestas de hasta 200 huevos.
El adulto sobrevuela los cultivos de cannabis realizando puestas agrupadas. De los huevos nacen larvas muy pequeñas que rápidamente comienza a comer en envés de las hojas. En esta fase en frecuente encontrar varias larvas sobre una misma hoja. Los síntoma son fáciles de ver ya que esta especie es muy voraz generando importantes daños.
Las larvas atacan a las hojas de la planta donde se ha realizado la puesta antes de migrar a otras, quedando ésta muy dañada.
Daños
Los daños inicialmente son en hojas, las larvas comen el tejido epidérmico del envés dejando intacto la capa epidérmica del haz.
Los daños más graves causados por estas orugas no son por sus ataques a las hojas, que en condiciones pueden reducir la masa foliar en un 60%, las potentes mandíbulas de las larvas les permiten comer tallos apicales y realizar daños muy significativos a los cogollos. Las orugas se introducen en los cogollos y devorarlos desde dentro. Esta se alimenta de la base del cogollo, del braquiblasto y tejidos próximos al tallo principal; el tejido sobrante si las condiciones ambientales son cálidas se seca dando lugar a un síntoma muy característico y fácil de reconocer: masas secas de color naranja. A primera vista este signo pueden confundirse con ataques de Moho gris en su forma seca, pero, observando atentamente esas masas naranjas se puede ver que no es un ataque fúngico sino tejidos sobrantes de la alimentación que por falta de agua se han secado. Estos restos son muy fáciles de retirar con la mano ya que no están adheridos a la planta. Si las condiciones son húmedas en esta zonas de alimentación se puede asociar al Moho gris y otros patógenos contaminantes.
Las orugas comen el tallo del mismo modo que un leñador corta con una hacha un árbol, estos se doblan por la zona devorada. Los daños en los tallos durante la fase de crecimiento hacen que las plantas ramifiquen incluso que aumenten sus carga, pero no olvidemos que en floración destruyen los cogollos y no hay que bajar la guardia ante esta falsa ayuda.
Se ha observado que en los cultivos en invernadero los ataques son más virulentos y persistentes que en los cultivos de exterior, pudiéndose crear 1-2 generaciones dentro del invernadero antes de fin de ciclo si no es controlada a tiempo.
Métodos de control
El Bacillus thuringiensis raza kurstaki es poco efectivo sobre esta especie, la raza awaini parece más efectiva. Más ensayos son necesarios.
El control manual es lento pero efectivo. Las larvas más grandes son fáciles de reconocer por su color pardo sobre el follaje verde; también podemos guiarnos por los daños en hojas y en tallos.
Métodos culturales como el laboreo del suelo entre cultivos, la desinfección o solarización son actuaciones comunes en el control parabiológico de esta y otras plaga.
En Canarias esta especie es invasora así que a priori no se disponen de enemigos naturales para su control, pero la abundante fauna auxiliar existente en las islas ofrece algunas esperanzas. La estrategia más acertadas de control biológico de esta especie en el archipielago canario se pueden basar en la lucha biológica con aplicaciones repetitivas de distintas razas de Bt y fomentando el control natural ejercido por la fauna auxiliar, en particular todos aquellas especies que pueden realizar una actuación sobre los huevos como son los depredadores generalistas. Algunos estudiados son las crisopas, mariquitas entre otros hemípteros.
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