La nutrición mineral puede aumentar o disminuir la resistencia y la tolerancia de las plantas frente a la acción de las plagas y enfermedades de la marihuana.
Para empezar hay que distinguir entre resistencia y tolerancia.
1. La resistencia podemos definirla como la capacidad que tiene una planta para limitar la penetración, el desarrollo y la reproducción de los gérmenes patógenos invasores o para restringir la alimentación de la plaga.
2. La tolerancia, por otro lado, es la habilidad que tiene el vegetal para seguir con su desarrollo pese a la infección (patógenos) o infestación (plagas).
Tanto la resistencia como la tolerancia son caracteres puramente genéticos, pero pueden verse afectados por el ambiente en el cual se desarrollan las plantas. Así, la nutrición mineral es un factor externo que ha demostrado influir tanto en la tolerancia como en la resistencia de las plantas frente a patógenos parasitarios típicos del cannabis.
Vamos a ver la relación que existe entre las plagas, las enfermedades del cannabis y la nutrición mineral.
La nutrición mineral del cannabis
Como bien sabemos, los abonos contribuyen al rápido crecimiento y abundante desarrollo del cannabis tanto en los cultivos en maceta como en los cultivos en suelo directo. Proporcionar una nutrición mineral equilibrada durante todo el ciclo de crecimiento y en especial de floración asegura no sólo un desarrollo óptimo, mayor producción (más cogollos), mejor calidad organoléptica, también un innegable refuerzo del sistema de defensa del vegetal, que influye de forma positiva en la resistencia frente a males.
La nutrición mineral es factor limitante de la resistencia. Por ejemplo, una planta que muestre carencias de uno o más elementos será menos resistente a la invasión de patógenos típicos del cannabis, inclusive de aquellos conocidos como patógenos débiles y de hongos contaminantes que aprovechan dichos enflaquecimientos de las plantas para infectarlas y desarrollarse. En un cultivo de cannabis con deficiencias, la capacidad de respuesta de las plantas al ataques fúngicos es menor que en otras que haya sido bien alimentada durante todo el ciclo de cultivo, además éstas producirán menos. Así que la nutrición mineral también es factor limitante de la tolerancia.

Por su efecto sobre las plagas y enfermedades, el manejo de la nutrición mineral es una importante herramienta de biocontrol (control parabiológico) en el cultivo de la marihuana.
Relación de la nutrición mineral con las enfermedades de la marihuana
La mayoría de los gérmenes patógenos que atacan al cannabis acceden sólo al tejido epidérmico, lugar de producción de los compuestos fenólicos y flavonoides que se conocen por sus propiedades fungistáticas. El metabolismo fenólico está relacionado con el cobre y el boro. La carencia de estos microelementos no sólo resultaría negativa para el crecimiento de la planta, sino que a la par generaría problemas con la síntesis de los compuestos pertenecientes a la defensa química natural de la planta.
Hay bastante información de los efectos de los micronutrientes sobre las enfermedades parasitarias de las plantas. El metabolismo mejor conocido es el de los fenoles y la síntesis de lignina con el boro, manganeso y cobre. La respuesta como parte de una reacción de defensa ante una infección es la producción de radicales superóxidos, que contribuyen a la respuesta de hipersensibilidad, a la lignificación de las paredes celulares o a la muerte del patógeno. Dado el papel que representan el cobre, zinc, manganeso y hierro en la generación y destrucción de los radicales citados, esos nutrientes están relacionados con la mayor o menor resistencia de las plantas. La lignificación y la acumulación de depósitos de sílice en las células epidérmicas forman barreras físicas frente a la penetración de las hifas de los hongos.
Dos elementos químicos han sido muy estudiados en lo que respecta a su relación con los patógenos que atacan al cannabis: el potasio y el nitrógeno. Estos elementos afectan a la resistencia que muestran los cultivos a las enfermedades, al mismo tiempo que tienen su importancia como fertilizantes. Cuando hay saturación de nitrógeno en la planta sin llegar a nivel de toxicidad, los exudados de las hojas son muy ricos en aminoácidos y azúcares, muy atractivos para patógenos y plagas. El potasio favorece la resistencia frente a patógenos facultativos como el Fusarium u obligados como el Oídio. Por el contrario, el nitrógeno fortalece las defensas frente a patógenos facultativos, pero las disminuye ante los obligados.

Los cultivos con deficiencia de potasio son muy sensibles a los ataques fúngicos. La incorporación de este elemento en la solución de nutrientes disminuye la incidencia de ataques, tanto de patógenos obligados como de facultativos. En las plantas con escasez de potasio, la síntesis de compuestos de alto peso molecular (proteínas, almidones, celulosa, etc.) se desacopla, con lo que se acumulan compuestos de bajo peso molecular que favorecen la invasión y crecimiento de los hongos. Unas aportaciones de potasio por encima del nivel óptimo no incrementa su resistencia, todo lo contrario: crea competencia por calcio o magnesio y provoca otras alteraciones no deseadas.
Como sabemos, el calcio es un elemento esencial y tiene varias funciones de “protección”; de hecho, su concentración en las plantas afecta a los patógenos de dos formas. Primero: el calcio es vital para la estabilidad de las bio-membranas y segundo: se necesitan poligalacturonatos de calcio para estabilizar la lámina media de la pared celular. La invasión fúngica emplea enzimas pectolíticas como las poligalacturonasas que disuelven la lámina media de la pared celular; el calcio inhibe de manera drástica la actividad de estas enzimas.
Relación de la nutrición mineral con las plagas de la marihuana
En general, las plantas jóvenes o de crecimiento rápido tienen mayor probabilidad de verse atacadas por plagas que las plantas viejas o de crecimiento lento. esto implica una clara correlación entre la nutrición nitrogenada aplicada y el desarrollo de plagas. Por otro lado se ha observado que los cultivos bien equilibrados de potasio sufren menos ataques que los deficientes en este macro-nutriente primario.
El contenido de aminoácidos se muestra más vital que el de azúcares cuando se trata de plagas de insectos chupadores, como los homópteros (pulgón, mosca blanca, cochinilla) que afectan a la marihuana. Un incremento de aminoácidos es consecuencia de un aporte elevado de nitrógeno o de una anomalía en la síntesis de la proteína, como la debida a ciertas deficiencias de potasio, azufre o zinc. Cualquier alteración nutricional que disminuya la presencia de potasio o produzca directamente el incremento de aminoácidos, debilitará la resistencia y tolerancia del cultivo frente a estas y otras plagas del cannabis.

Las células epidérmicas de la marihuana que contengan bastante silicio actuarán como barreras mecánicas frente a insectos mordedores y chupadores. Por tanto los aportes de silicio hacen que estas células acumulen este elemento y sean más resistentes.
Un buen manejo de la nutrición será no sólo fundamental para el crecimiento y desarrollo de la marihuana, también será un pilar del control parabiológico que siempre debe acompañar el programa de lucha biológica para conseguir técnicas sólidas de biocontrol.
Incidencias fúngicas según concentraciones de nutrientes
[N] Baja | [N] Alta | [K] Baja | [K] Alta | |
Parásitos obligatorios | ||||
Oidio | + | +++ | ++++ | + |
Parásitos facultativos | ||||
Alternaria Botrytis | +++ | + | ++++ | + |
Fusariosis vascular | +++ | + | ++++ | + |
[N]= Concentración de nitrógeno en hojas, [K]= Concentración de potasio en hojas.
Todos los problemas, las plagas y enfermedades del cannabis detallados en mi libro «Cannabis sativa L.»
